El loco del chándal

Otro cuerpo en el suelo. Otro nombre en la morgue. Nota bruta.
UNA SOMBRA EN LA NOCHE, UNA NAVAJA EN LA OSCURIDAD
Barcelona, 1991. La ciudad duerme. Pero en las sombras, un fantasma acecha.
Un espectro con chándal y cuchillo.
Un carnicero de la noche.
Aparece y desaparece sin dejar rastro. Solo un grito ahogado y un cuerpo desplomado.
No roba. No las viola.
Su placer está en otro lado.
El filo se hunde entre los glúteos, en el centro de la carne.
Corta músculos, desgarra nervios.
Las víctimas caen como muñecas rotas.
Quince mujeres sobreviven.
Una muere ahogada en su propia sangre.
Nadie vio su rostro.
Solo un murmullo en la brisa fría:
"Era un hombre con chándal."
EL CARNICERO QUE ODIABA A LAS MUJERES
1965 Almadén de la Plata, Sevilla. Una aldea donde las desgracias nacen y crecen en silencio.
Ahí apareció Manuel González González, un niño que ya estaba averiado antes de aprender a hablar.
Nació con un oído sordo, un ojo vago y un tartamudeo insoportable.
Los niños lo escupían, lo golpeaban, le gritaban monstruo.
Las chicas se reían de él, lo evitaban.
Intentó tocarlas una vez, pero una lo empujó y le gritó "¡asqueroso!"
Ese día aprendió algo:
Si no podía tenerlas, podía destruirlas.
A los 12 años, abrió en canal a un gato.
Sangre caliente en las manos.
A los 18, se convirtió en carnicero.
Aprendió a cortar con precisión quirúrgica.
A los 20, una mujer cometió el error de amarlo.
Era su primera novia.
Pero lo dejó.
Manuel enloqueció.
La secuestró.
Intentó violarla con una navaja en el cuello.
Ella escapó.
Pero en su mente seguía atrapada.
A partir de ese día, todas las mujeres bajitas, morenas, de pelo largo y ajustadas en licra, eran la misma.
Y todas merecían pagar.

UNA CIUDAD ATERRORIZADA: EL MATAGLÚTEOS DEL METRO
Entre 1991 y 1993, Barcelona vivió una pesadilla.
Los callejones eran trampas mortales.
Las estaciones de metro, un campo de caza.
Las víctimas:
Mujeres bajitas, morenas, de pelo largo y ropa ajustada.
Siempre el mismo patrón.
El ataque:
Una puñalada certera, directa entre las nalgas.
Un tajo despiadado.
El cuchillo entraba hasta el mango.
Los gritos de las víctimas eran cortos y desgarradores.
Caían de rodillas, con las manos en la espalda, mientras la sangre les empapaba los muslos.
No intentaba matarlas. Solo quería verlas sufrir.
Sentir su dolor.
Dieciséis mujeres quedaron marcadas de por vida.
Una de ellas no vivió para contarlo.
MARI CARMEN DÍAZ: LA MUJER QUE SE DESANGRÓ EN CINCO PASOS
Hospitalet de Llobregat, 19 de septiembre de 1993.
Mari Carmen Díaz, 31 años.
Camina tranquila, sin saber que la muerte ya la está siguiendo.
Siente un empujón.
Luego, un frío cortante entre las piernas.
La cuchilla le abre la arteria ilíaca.
Un chorro de sangre salpica la acera.
Intenta caminar. Uno. Dos. Tres. Cuatro. Cinco pasos.
Sus rodillas se doblan.
Cae en la acera.
Sus ojos se apagan.
Fue su último error.
EL ASESINO SE DELATA SOLO
Los Mossos rastrean la escena.
Y encuentran algo que ningún asesino deja atrás.
Su documentación.
Una maldita tarjeta con su nombre.
Lo encuentran en su casa.
Revisan su habitación.
Hallan cuchillos de carnicero, flechas, ballestas.
Un arsenal de locura.
En el juicio no confesó.
Dijo que todo era un montaje.
Lo condenaron a 175 años de cárcel.
Pero la justicia tenía un regalo para él.
Un billete de vuelta al infierno.
UN DEPREDADOR VUELVE A LA CALLE Y NADIE DUERME TRANQUILO
2013.El Tribunal Europeo anula la Doctrina Parot.
Manuel queda libre.
20 años después, vuelve a caminar entre la gente.
Regresa a Almadén de la Plata.
El pueblo se llena de miedo y furia.
Pero él no olvida.
Y la venganza se convierte en su nueva religión.

LA NOCHE EN QUE INTENTÓ FLAMBEAR VIVA A UNA MUJER
12 de marzo de 2017. Madrugada.
Manuel merodea como un chacal.
En sus manos, un bidón de gasolina.
Riega la puerta de María Dolores Vidal.
Las ventanas.
Todo.
Prende un fósforo.
Lo lanza.
Las llamas crecen como una bestia hambrienta.
Pero la muerte le niega la victoria.
Los vecinos rompen la puerta.
Sacan a la mujer antes de que el fuego la devore.
Manuel falla.
Otra vez.
Los Mossos lo atrapan.
EL MONSTRUO SIGUE VIVO... ¿VOLVERÁ A MATAR?
2017.Condenado a 18 años.
Los psiquiatras lo dicen claro:
"No está rehabilitado. No lo estará jamás."
En su celda, espera su momento.
Porque si hay algo seguro,
es que el Loco del Chándal nunca tuvo suficiente.
Y la próxima vez, no fallará.
📢 ¿Crees que un asesino así puede rehabilitarse? Déjalo en comentarios.
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